Los niños necesitan conocer a su Dios y escuchar su voz por ellos mismos, así van a poder cumplir su función en el cuerpo de Cristo. El cuerpo de Cristo no está completo hasta que toda coyuntura esté completa desarrollando su propia función. Jesús quiere que los niños vengan a El.
Ciertamente él dijo: ” Dejad que los niños vengan a mí, y no se lo impidáis porque de los que son como éstos es el Reino de los Cielos.” Mateo 5:13-14
Los niños corrían a encontrar a Jesús. Ellos querían ser tocados y abrazados por El. Querían ir con El a todos lados, hablar con El y mirar cuando sanaba a los enfermos, deseaban adorarle y lo adoraban. En Mateo 21:15 leemos que los niños estaban alabando a Dios en el templo de Jerusalén y clamaban a Jesús diciendo :
Hosana al hijo de David
Reconocían que El era Dios, sabían que Jesús estaría listo para recibirlos, Jesús no negaba su atención, necesitamos creer que el Señor puede moverse y revelar su palabra a nivel espiritual a los niños.
Los niños están expuestos al ocultismo, seducción y todo tipo de peligros a través de los medios de comunicación, en las calles, en las escuelas, y en sus mismos hogares.
Ellos necesitan una relación con Jesús, la cual combatirá la fuerza de las tinieblas. Necesitamos llevar a los niños a sus atrios con acción de gracias y alabanza para que encuentren liberación en Jesús de todo lo que les ate y les estorbe. Necesitamos llevar a los niños a una relación de amor con Jesús que sea tan profunda y tan poderosa, de manera que nunca le dejen de amar.